Para entender los desórdenes alimenticios

Si usted cree que está sufriendo un desorden alimenticio, es importante que sepa lo siguiente …

  • Nadie toma la decisión de desarrollar un desorden alimenticio y nadie es el causante de un desorden alimenticio.
  • Los desórdenes alimenticios corresponden a todo tipo de tamaño corporal y de talla de ropa y verdaderamente su esencia no tiene que ver con el aspecto externo de una persona. Los desórdenes alimenticios se centran en la manera en que una persona se ve a sí misma. Afectan tanto a los hombres como a las mujeres, a todos los grupos étnicos, a todas las edades, a las personas con un peso corporal promedio, aquellas con sobrepeso, y aquellas con un peso menor de lo debido.
  • Nadie debería permitir que se hagan burlas sobre el peso que tiene una persona, así como no se debe permitir la intimidación, la ridiculización y la discriminación de otras personas, en la escuela, en el sitio de trabajo ni en cualquier otro sitio. Las burlas sobre el peso o el aspecto corporal de otra persona disminuyen la autoestima y el concepto que se tiene del propio aspecto físico, dos factores que los niños deben confrontar y resistir para evitar los desórdenes alimenticios.
  • Una intervención temprana es crucial para frenar los desórdenes alimenticios. Es muy importante interrumpir el ciclo y tomar acción tan pronto como sea posible. Las personas que tienen un desorden alimenticio no deben perder la esperanza de superarlo.
  • Existen tratamientos para los desórdenes alimenticios y se presentan beneficios cuando el paciente es evaluado por personal clínico especializado y cuando recibe tratamiento con ellos.
  • Una persona que tiene un desorden alimenticio con frecuencia se aísla a sí misma por sentir vergüenza. Sus familiares o amigos deberían hacer un esfuerzo por acercarse o si no es posible buscar a alguien en quien confía el afectado y pedirle a esa persona que se acerque y trate de establecer comunicación. La recuperación de estos desórdenes ocurre con la interacción y apoyo de otros.
  • Existen diferentes opciones y diversos niveles de tratamiento, tanto para los adultos como para los adolescentes, y estos incluyen consultas externas, hospitalización parcial, hospitalización en la propia residencia, e ingreso a una clínica u hospital. Se encuentran disponibles terapias individuales, de grupo, de familia y multifamiliares.
  • Todos y cada uno de nosotros podemos beneficiarnos al adoptar el concepto de comer sanamente, forjarse una imagen corporal positiva y asumir una actitud de cuidar el organismo y la alimentación. El comer sanamente y el sentirse complacido con nuestros cuerpos y con nosotros mismos es beneficioso para confrontar y evitar los desórdenes alimenticios. Tenemos que practicar los cambios de actitud y de nutrición que quisiéramos ver en las otras personas para que gozaran de una mejor salud.